La contratación de un servicio de seguridad privada es una decisión estratégica que puede marcar la diferencia entre prevenir un incidente o enfrentarse a graves pérdidas materiales y humanas. No se trata únicamente de colocar personal en un punto de acceso o vigilar un perímetro: implica elegir un socio confiable que aporte experiencia, profesionalismo y capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad.
Sin embargo, muchas empresas en Argentina y en el mundo caen en errores recurrentes que comprometen la efectividad de la protección que buscan. Desde priorizar únicamente el precio más bajo, hasta no verificar la habilitación legal o la capacitación del personal, estos fallos pueden dejar brechas críticas que los delincuentes o situaciones imprevistas pueden aprovechar.
Invertir en un servicio de seguridad bien seleccionado no es un gasto, sino una medida preventiva que protege activos, empleados y clientes. Detectar y evitar estos errores no solo ahorra tiempo y dinero, sino que también garantiza que la seguridad contratada cumpla con el nivel de confianza esperado, reduciendo riesgos y aportando tranquilidad a la operación diaria de la empresa.

1. Basarse únicamente en el precio
Uno de los errores más frecuentes es seleccionar una empresa de seguridad privada guiándose exclusivamente por el presupuesto más bajo. Si bien es comprensible que toda organización busque optimizar recursos, la seguridad no debe verse como un gasto prescindible, sino como una inversión. Un servicio excesivamente barato puede implicar personal mal capacitado, falta de supervisión o tecnología obsoleta. Esto aumenta la vulnerabilidad y expone a la empresa a riesgos mayores.
2. No verificar la habilitación y antecedentes de la empresa
En Argentina, las empresas de seguridad privada deben estar habilitadas por las autoridades competentes, como el Ministerio de Seguridad o dependencias provinciales. Sin embargo, muchas organizaciones no realizan las verificaciones correspondientes. Contratar a una empresa no habilitada, o con antecedentes de incumplimientos, puede tener consecuencias legales y comprometer la credibilidad institucional.
3. Falta de análisis de riesgos previo
Algunas empresas contratan seguridad sin haber hecho un relevamiento previo de riesgos. Esto lleva a soluciones genéricas que no consideran las particularidades del negocio, ubicación, tamaño, horarios y tipo de bienes a proteger. Un diagnóstico previo permite diseñar un plan de seguridad a medida, optimizando recursos humanos y tecnológicos.
4. No capacitar al personal interno
La seguridad no depende únicamente de la empresa contratada; también involucra a los propios empleados. Un error común es no brindar pautas claras al personal interno sobre cómo interactuar con el equipo de seguridad, qué hacer en caso de incidentes y cómo identificar comportamientos sospechosos. La comunicación interna es clave para que el servicio sea realmente efectivo.
5. Desestimar la importancia de la tecnología
Hoy en día, un sistema de seguridad moderno debe incluir no solo vigiladores físicos, sino también soporte tecnológico: cámaras de videovigilancia, control de accesos, alarmas perimetrales y monitoreo remoto. Sin embargo, algunas empresas priorizan solo la presencia física, dejando de lado herramientas que pueden actuar como fuerza multiplicadora y prevenir incidentes en tiempo real.
6. Falta de seguimiento y control del servicio
Contratar seguridad no es un acto único, sino un proceso continuo que requiere supervisión. Algunas empresas cometen el error de no monitorear el desempeño del servicio, confiando ciegamente en que todo funciona correctamente. Es fundamental establecer reuniones periódicas con la empresa de seguridad, revisar reportes y evaluar indicadores de desempeño.
7. No actualizar el plan de seguridad
Los riesgos cambian con el tiempo. Nuevas amenazas, cambios en la infraestructura, variaciones en el flujo de personas o en el valor de los activos hacen que el plan de seguridad deba revisarse y actualizarse periódicamente. Mantener un esquema desactualizado es un error que puede dejar brechas críticas.