Consejos clave para cada etapa de la vida
La seguridad es un tema que atraviesa todas las edades. Los riesgos y las medidas preventivas no son iguales para un adolescente que comienza a moverse solo, para un padre o madre a cargo de una familia, o para un adulto mayor que puede ser más vulnerable a ciertos engaños.
En 24 Seguridad creemos que una comunidad más protegida empieza con la concientización individual. Por eso, compartimos algunas recomendaciones específicas para distintos grupos, con el objetivo de fortalecer la prevención y promover hábitos seguros en la vida cotidiana.
Seguridad para padres y familias
Quienes están a cargo de un hogar no solo deben cuidar de sí mismos, sino también de sus hijos. Por eso, es fundamental implementar prácticas que reduzcan los riesgos en el día a día:
Rutinas claras de ingreso y egreso: acostumbrar a los más pequeños a no abrir puertas o portones sin supervisión.
Comunicación constante: informar a los hijos sobre a quién pueden abrir o qué hacer si alguien extraño llama a la puerta.
Uso responsable de la tecnología: evitar publicar en redes sociales datos sobre horarios, viajes o direcciones exactas, que pueden ser aprovechados por terceros.
Plan familiar de emergencia: todos los miembros del hogar deberían conocer qué hacer ante un imprevisto, desde a quién llamar hasta cómo reaccionar en una evacuación.
Seguridad para jóvenes y adolescentes
Los jóvenes son especialmente vulnerables porque, en muchos casos, buscan independencia pero aún no desarrollan la conciencia plena de ciertos riesgos. Algunas recomendaciones útiles:
Evitar rutinas predecibles: cambiar los recorridos o los horarios cuando sea posible, especialmente en trayectos a pie o en transporte público.
Atención al entorno: caminar sin auriculares a volumen alto ni distracciones en el celular para mantener la percepción de lo que ocurre alrededor.
Uso responsable de redes sociales: no aceptar desconocidos ni compartir ubicaciones en tiempo real.
Prevención en salidas nocturnas: moverse en grupo, mantener cargado el celular y avisar siempre a alguien de confianza sobre el lugar y la hora estimada de regreso.
Seguridad para adultos mayores
Los adultos mayores suelen ser blanco frecuente de estafas y engaños, por lo que la concientización es fundamental. Algunas medidas sencillas marcan la diferencia:
No abrir la puerta a desconocidos: aunque se presenten como personal de servicios o funcionarios, es preferible pedirles acreditación y confirmar por teléfono antes de dejarlos pasar.
Precaución con llamadas y mensajes: nunca brindar datos personales, contraseñas ni transferir dinero sin confirmar con familiares.
Mantener contacto frecuente: familiares y vecinos deben comunicarse regularmente para detectar rápidamente situaciones inusuales.
Iluminación y cerraduras seguras: asegurar entradas y pasillos con buena luz, además de contar con cerraduras resistentes, reduce el riesgo de intrusiones.